Detección precoz del cáncer de piel

El cáncer de piel consiste en un crecimiento anormal de las células de la piel. Es el cáncer más frecuente de todos. Su causa primaria es la radiación ultravioleta, generalmente del sol, pero también puede provenir de fuentes artificiales como las cabinas de rayos UVA.

dermatologo valencia

Aparece en zonas expuestas al sol como la cara, las orejas, la zona alta de la espalda, el escote, los brazos y las piernas. Sin embargo, aunque con menor frecuencia, también puede aparecer en zonas poco expuestas a la luz del sol. Puede afectar a personas con fototipo bajo y alto, aunque se ve con mayor frecuencia en personas de piel y ojos claros que se queman fácilmente con el sol.

El cáncer de piel se divide en dos grupos según su origen: melanocítico y no melanocítico.

El melanocítico

El melanocítico (suele ser tipo lunar) es el melanoma maligno que, aunque es el menos frecuente, es el más peligroso y agresivo de todos. Para que su tratamiento resulte totalmente efectivo es fundamental un diagnóstico precoz sobre todo en personas con antecedentes familiares, piel clara o quemaduras solares en la infancia, mediante la exploración física y el uso de dermatoscopio de mano (lente de aumento).

No melanocíticos

En el grupo de los no melanocíticos se engloban los carcinomas basocelulares y espinocelulares. El carcinoma basocelular es el más frecuente de todos y su extirpación es curativa. El carcinoma espinocelular es el segundo en frecuencia y presenta una agresividad intermedia, aunque la cirugía convencional es una buena opción terapéutica. Existen otros tratamientos como son la Cirugía Micrográfica de Mohs y la Terapia Fotodinámica.

Como realizar una autoexploraciaón de la piel y cuando debemos acudir al dermatólogo. 

Los dermatólogos solemos recomendar una autoexploración de la piel mensual. El momento ideal para hacerlo es después de la bañarse o ducharse, en una habitación bien iluminada con la ayuda de un espejo de cuerpo entero. Puede ser útil pedir a una persona de confianza que te examine la espalda y otras zonas de difícil acceso. Procura no olvidar partes como las nalgas, los genitales, las palmas de las manos y las plantas de los pies. 

Un truco que podemos seguir es la regla del ABCDE, como estrategia para evaluar los lunares. Si un lunar presenta alguna de las siguientes características, está justificada una revisión por parte de un dermatólogo:

  • Asimetría: una mitad del lunar es diferente a la otra.
  • Borde: el borde del lunar es irregular o está mal definido.
  • Color: el lunar tiene un color desigual o varios colores.
  • Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros.
  • Evolución: el lunar ha cambiado de tamaño, forma o color.

Otro signo que hay que vigilar es la aparición de cualquier lunar o lesión nueva o un lunar con un aspecto muy diferente al de los demás.