Rejuvenecimiento facial

Los léntigos solares, también llamados actínicos o seniles, son máculas bien delimitadas de color marronáceo que aparecen sobretodo en zonas expuestas al sol (cara, manos, escote, espalda y dorso de manos). Se producen por la acumulación de radiación solar en la piel. Se trata de lesiones benignas que no implican en sí ningún problema de salud, sino estético, por lo que son un motivo de consulta muy frecuente. Además, estas lesiones suelen acompañarse de pequeñas telangiectasias, también conocidas como arañas vasculares, que nos indican que la piel ha sido fotodañada. Tras un correcto diagnóstico dermatólogico, podemos devolver a la piel su luminosidad y uniformidad en el tono.

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¿Cuál es el tratamiento?

Existen distintas opciones terapéuticas para su eliminación además de su prevención con el uso de fotoprotectores. La terapia para léntigos solares se puede dividir en dos grandes categorías: la terapia física y la terapia tópica. La terapia física incluye la crioterapia, la terapia con láser, la luz pulsada y los peelings químicos. Mientras que la terapia tópica incluye el uso de sustancias tales como la hidroquinona, el retinol y el adapaleno

Dentro de las fuentes de luz, se ha visto que los mejores resultados se obtienen con los láseres ultrapulsados o q-switched y la luz pulsada intensa (IPL).

Nuestro mejor resultado

En CampusLaser realizamos de 2-5 sesiones de IPL, observándose una mejoría notable tras la primera sesión, sobre todo en las pieles muy dañadas por el sol durante años. Es un tratamiento que recomendamos realizar en los meses de otoño-invierno para así evitar, en la medida de lo posible, la alta exposición solar que tenemos en nuestra zona. Además, solemos combinar tratamientos, como son los peelings y el uso de cosmética médica domiciliaria, potenciando así la eficacia de las sesiones.

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